viernes, 16 de enero de 2015

FRANCISCO DE GOYA


FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES


Francisco de Goya
Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, provincia de Zaragoza, 30 de marzo de 1746-Burdeos, Francia, 16 de abril de 1828)1 fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la pintura contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX.
Tras un lento aprendizaje en su tierra natal, en el ámbito estilístico del barroco tardío y las estampas devotas, viaja a Italia en 1770, donde traba contacto con el incipiente neoclasicismo, que adopta cuando marcha a Madrid a mediados de esa década, junto con un pintoresquismo costumbrista rococó derivado de su nuevo trabajo como pintor de cartones para los tapices de la manufactura real de Santa Bárbara. El magisterio en esta actividad y en otras relacionadas con la pintura de corte lo imponía Mengs, y el pintor español más reputado era Francisco Bayeu, que fue cuñado de Goya.
Una grave enfermedad que le aqueja en 1793 le lleva a acercarse a una pintura más creativa y original, que expresa temáticas menos amables que los modelos que había pintado para la decoración de los palacios reales. Una serie de cuadritos en hojalata, a los que él mismo denomina de capricho e invención, inician la fase madura de la obra del artista y la transición hacia la estética romántica.
Además, su obra refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de la Independencia, de la que la serie de estampas de Los desastres de la guerra es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y componen una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.
Gran popularidad tiene su Maja desnuda, en parte favorecida por la polémica generada en torno a la identidad de la bella retratada. De comienzos del siglo XIX datan también otros retratos que emprenden el camino hacia el nuevo arte burgués. Al final del conflicto hispano-francés pinta dos grandes cuadros a propósito de los sucesos del levantamiento del dos de mayo de 1808, que sientan un precedente tanto estético como temático para el cuadro de historia, que no solo comenta sucesos próximos a la realidad que vive el artista, sino que alcanza un mensaje universal.
Pero su obra culminante es la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco con que decoró su casa de campo (la Quinta del Sordo), las Pinturas negras. En ellas Goya anticipa la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que marcarían el siglo XX.

Su vida se dividio en  etapas :
LOS CAPRICHOS
Los Caprichos de Goya ejemplifican un mundo en crisis, entendida esta idea en el sentido de cambio. Conceptualmente revelan las fisuras de una estructura sociopolítica basada en una anquilosada estratificación estamental, y de un sistema de valores fundamentado en el inmovilismo de las costumbres y la tiránica opresión religiosa de las conciencias. 
Estéticamente anticipan la sensibilidad moderna y el desplazamiento hacia un arte dominado por la subjetividad y la libertad creativa. Biográficamente, los Caprichos aparecen en una de las décadas más decisivas en la trayectoria vital y en la producción artística de Goya. Es por ello que las sucesivas generaciones de escritores, artistas e intelectuales de los dos últimos siglos no han podido sustraerse a su condición de símbolo: símbolo del fin del Antiguo Régimen, del cambio de gusto entre las estéticas clasicista y romántica, y de la crisis producida en la biografía y el arte de un creador universal.
Los Caprichos. Son ochenta y cuatro grabados en los que destacan claramente cuatro temas principales: la corrupción de las costumbres, en las que tienen un gran papel la prostitución y el celestinaje; la superstición y la brujería; el anticlericalismo, apoyado en los vicios de los clérigos y en su poder sobre las personas y la ignorancia. El pintor se sirve de la ambigüedad para dar una visión crítica. Por ejemplo, en Están calientes se mantiene la incertidumbre entre si se trata de la sopa que comen glotonamente los frailes o de los frailes mismos, o en El sueño de la razón que produce monstruos.

Su intención es generalizar, universalizar, la multitud se convierte en la protagonista de las escenas y la individualidad desaparece. Critica el mundo en el que vive porque está corrompido, satiriza los defectos sociales y las supersticiones de la época.. La vieja dama y sus galanesNadie nos ha vistoNo grites tonta, etc.






LOS DESASTRES DE LA GUERRA

Goya vivió entre épocas históricas, el Antiguo Régimen, con las monarquías absolutas y los estamentos privilegiados y el Régimen Liberal, nacido de los principios revolucionarios franceses, con la exaltación de las clases medias y la soberanía popular. La Guerra de la Independencia en 1808, intensificó su veta pesimista y crítica. La relación entre artista y sociedad en Goya será evidente. Lo que ve en la guerra no es la lucha entre dos frentes, sino la violencia y la crueldad, la miseria humana, el aplastamiento del inocente, la desolación y el exterminio. Es enormemente realista en cuanto a los hechos y se sitúa al lado del pueblo que es quien padece los acontecimientos.
Las obras célebres de este periodo son El 2 de Mayo de 1808, Los fusilamientos del 3 de Mayo de 1808 y la serie de grabados titulados Los desastres de la guerra.
En El 2 de Mayo de 1808 le interesa la imagen de la multitud. No hay ningún protagonista individual, los gestos y la expresión de los personajes sirven para dar significado al conjunto.
En Los fusilamientos del 3 de Mayo de 1808, el pelotón de ejecución formado por soldados franceses son personajes anónimos, solo interesa su función. Entre los patriotas ejecutados se encuentran las diferentes actitudes ante la muerte, como un hombre que alza los brazos increpando a sus ejecutores, otro que reza arrodillado, otro que llora de terror y la figura en escorzo situada en primer plano que es un cadáver.






LA PINTURA NEGRA 


Goya se preocupa por la tipificación, es decir, la presentación de lo universal a través de lo particular o concreto. Esto se hace más patente todavía en Los desastres de la guerra, que es una brutal crítica a la crueldad del conflicto armado
El Coloso representa la invasión de las tropas napoleónicas en España. Aquí la línea ha desaparecido, destaca la intensidad en la utilización del negro y la agresividad de las manchas, que produce una auténtica descomposición de las formas.
Esta obra enlaza con Las pinturas negras de la Quinta del sordo, una hacienda que Goya había adquirido en Madrid y que él mismo decoró. Predomina el negro y abandona la representación de lo visible creando un mundo lleno de monstruos. En Saturno devorando a sus hijos no pinta simplemente un tema mitológico, sino que presenta el horror, un mundo poblado por el miedo y la superstición.
La vuelta de Fernando VII y la instalación del absolutismo en el país hacen que Goya se exilie a Burdeos. Sus últimos años los pasó allí, donde falleció en 1828. Su última obra es la Lechera de Burdeos.

Se le ha considerado como el primer pintor moderno ya que muchos de los movimientos pictóricos posteriores beberán de su obra, como el Impresionismo y el Expresionismo.
















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